Si trabajas en construcción, reformas o simplemente estás pensando en montar una cubierta para tu nave, garaje o almacén, seguro que has oído hablar de la chapa grecada. En este artículo te explicamos qué es exactamente, qué ventajas tiene y qué tipos existen, con ejemplos claros y sin rodeos.
¿Qué es la chapa grecada?
La chapa grecada es una lámina metálica con pliegues o relieves en forma de onda o trapecio, que se obtiene mediante un proceso de conformado en frío. A simple vista, esos pliegues parecen un simple diseño, pero en realidad tienen una función clave: aumentar la resistencia mecánica de la chapa sin necesidad de hacerla más gruesa.
Esto la convierte en una solución perfecta para cubiertas, fachadas, cerramientos y forjados, especialmente en construcciones industriales, agrícolas y prefabricadas. Es un material ligero, fácil de instalar y muy duradero.
En resumen: la chapa grecada es resistente, versátil y económica. Una apuesta segura.
¿Qué significa “grecado”?
«Grecado» es como se llama al dibujo o relieve que se le hace a la chapa. El objetivo del grecado no es estético (aunque a veces queda muy bien), sino estructural: esos pliegues hacen que la chapa soporte mejor el peso y la presión, y que no se deforme con facilidad.
Es como si le dieras fuerza a un folio doblándolo: al estar liso se dobla enseguida, pero con relieves aguanta mucho más. Pues lo mismo, pero en metal.
Tipos de chapa grecada (y cuál necesitas según el caso)
En Ferros La Pobla trabajamos con distintos tipos de chapa grecada según el uso:
- Para cubiertas: chapas de perfil alto, pensadas para evacuar bien el agua y resistir el peso (incluso de nieve, si estás en zona fría).
- Para fachadas: con perfiles más ligeros y acabados estéticos, ideales para dar un toque moderno y profesional a cualquier construcción.
- Chapa colaborante: se usa en forjados mixtos, donde la chapa trabaja junto al hormigón. Muy común en estructuras metálicas.
- Chapa perforada: para cerramientos ventilados, paneles acústicos o decorativos.
Y además, podemos ofrecerte chapas a medida, según el largo o el diseño que necesites. Nos adaptamos al proyecto.
¿Qué tipos de chapa hay en general?
Más allá del grecado, en el mundo del metal existen muchos tipos de chapa según su forma, acabado y uso. Aquí te dejamos un resumen de las más comunes y también algunas que quizás no conocías:
- Chapa lisa: sin pliegues ni relieves. Es la más básica y versátil, utilizada en estructuras, cerramientos o fabricación de piezas metálicas. Más información aquí.
- Chapa galvanizada: recubierta de zinc para protegerla del óxido. Muy utilizada en exteriores, cubiertas, vallados y estructuras expuestas a la intemperie.
- Chapa prelacada: lleva una capa de pintura especial sobre la galvanización, lo que mejora su durabilidad y estética. Disponible en varios colores, ideal para cubiertas o fachadas donde el diseño también importa.
- Chapa estriada o lagrimada: con un dibujo en relieve (normalmente en forma de lágrima o diamante) que ofrece una superficie antideslizante. Se usa mucho en rampas, suelos industriales, peldaños o plataformas. Más información aquí.
- Chapa de aluminio: muy ligera y resistente a la corrosión. Es fácil de manipular y no necesita galvanizado, aunque es más costosa que otras opciones.
- Chapa inoxidable (acero inoxidable): extremadamente resistente a la corrosión, especialmente en ambientes húmedos o industriales. También tiene un acabado muy estético.
- Chapa de acero corten: diseñada para oxidarse de forma controlada, formando una capa de óxido que la protege frente a la corrosión. Tiene un color rojizo muy característico y se usa mucho en arquitectura, paisajismo y decoración exterior. Más información aquí.
- Chapa colaborante: una chapa grecada específica que se usa como base para forjados de hormigón. Su perfil permite que el hormigón se adhiera mejor, creando una estructura mixta muy resistente. Más información aquí.
- Chapa ondulada: con forma de ondas continuas, similar a las tejas tradicionales. Aunque hoy en día se usa menos en obra nueva, sigue siendo muy popular en rehabilitaciones, cobertizos, garajes o casetas, por su instalación sencilla y su bajo coste. Más información aquí.
¿Y qué chapa no se oxida?
Esta es una pregunta muy común, y tiene sentido. Nadie quiere que su cubierta se oxide a los pocos años. Lo cierto es que ninguna chapa es inmortal, pero hay algunas que resisten muchísimo mejor el paso del tiempo y el clima:
- La chapa galvanizada (recubierta de zinc) es una de las más usadas por su relación calidad-precio.
- La chapa prelacada tiene una doble protección: el zinc y la pintura.
- El acero inoxidable y el aluminio directamente no se oxidan (aunque pueden perder brillo con el tiempo).
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Si tienes claro lo que buscas o si necesitas que alguien te eche una mano para decidir, en Ferros La Pobla estamos para ayudarte. Llevamos años trabajando con chapas grecadas y otros materiales para construcción, y ofrecemos:
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