La solera de hormigón es un elemento fundamental en muchas construcciones, desde la base para suelos industriales hasta pavimentos exteriores en jardines o patios. En esta guía te explicamos, de forma sencilla y profesional, cómo realizar una solera de hormigón, destacando la importancia del mallazo de obra para garantizar su resistencia y durabilidad.
Materiales y herramientas necesarias
Antes de comenzar, asegúrate de contar con los siguientes materiales y herramientas:
Materiales:
- Hormigón (puede ser preparado en obra o adquirido en planta)
- Mallazo de obra (malla de acero electrosoldado)
- Grava y arena
- Agua
- Aditivos (opcional, dependiendo de las necesidades del proyecto)
- Planchas de polietileno o geotextil (para evitar la evaporación rápida del agua)
- Bordillos o encofrado (si es necesario para delimitar la zona de vertido)
Herramientas:
- Paleta o llana
- Regla niveladora
- Nivel láser o nivel de burbuja
- Carretilla
- Vibrador de hormigón (opcional, pero recomendado)
- Cortadora de mallazo
- Guantes y equipo de seguridad
Paso a paso para hacer una solera de hormigón
1. Preparación del terreno
Lo primero es acondicionar la superficie donde se colocará la solera. Para ello:
- Retira cualquier capa de vegetación o tierra suelta.
- Excava hasta la profundidad requerida (normalmente entre 10 y 20 cm, dependiendo del uso previsto).
- Compacta bien el terreno para evitar asentamientos futuros. Puedes usar una compactadora mecánica para mejores resultados.
- Extiende una capa de grava de unos 5-10 cm de espesor para mejorar el drenaje.
2. Colocación del mallazo de obra
El uso de un mallazo de obra es clave para reforzar la solera y evitar fisuras por retracción del hormigón.
- Selección del grosor adecuado: El grosor del mallazo dependerá del tipo de carga que soportará la solera. Para usos residenciales, se recomienda un mallazo de 4-6 mm de grosor, mientras que para aplicaciones más exigentes, como garajes o zonas industriales, se pueden utilizar mallazos de 8-12 mm.
- Elevación del mallazo: Es fundamental que el mallazo quede embebido dentro de la solera y no apoyado directamente sobre la base. Para ello, utiliza separadores de hormigón (también llamados calzos o distanciadores) que lo mantendrán elevado a unos 3-5 cm del suelo.
- Unión de los tramos: Si la solera es amplia y se necesitan varias piezas de mallazo, estas deben solaparse al menos 20-30 cm en las uniones, asegurándose de fijarlas con alambre de atar para que no se desplacen durante el vertido del hormigón.
- Juntas de dilatación: Para evitar grietas por expansión térmica, es recomendable colocar juntas de dilatación cada 4-5 metros, especialmente en soleras de grandes dimensiones.
3. Preparación y vertido del hormigón
- Si estás preparando el hormigón en obra, mezcla correctamente cemento, arena, grava y agua en las proporciones adecuadas (normalmente una proporción de 1:2:4 es efectiva para muchas aplicaciones).
- Vierte el hormigón de manera uniforme sobre la superficie preparada.
- Usa una regla de aluminio para extender y nivelar el material.
- Si cuentas con un vibrador de hormigón, empléalo para eliminar burbujas de aire y mejorar la compactación.
4. Nivelación y fratasado
- Una vez extendido el hormigón, pasa una regla vibrante o niveladora para conseguir una superficie lisa.
- Si deseas un acabado más fino, usa una llana o fratasadora mecánica.
- Es importante trabajar rápido en este paso, antes de que el hormigón empiece a fraguar.
5. Curado y protección
- El curado del hormigón es fundamental para evitar fisuras por una evaporación rápida del agua.
- Cubre la solera con plástico o mantén la superficie húmeda durante al menos 7 días.
- Evita pisar o cargar peso sobre la solera hasta que haya alcanzado la resistencia suficiente (generalmente a los 7-14 días, dependiendo de las condiciones climáticas y el tipo de hormigón utilizado).
Importancia del mallazo de obra en la solera de hormigón
El mallazo de obra es un elemento indispensable en cualquier solera de hormigón, ya que:
- Evita fisuras y grietas, absorbiendo esfuerzos de tracción.
- Mejora la resistencia mecánica de la solera, prolongando su vida útil.
- Distribuye mejor las cargas evitando hundimientos o deformaciones.
En Ferros La Pobla ofrecemos una amplia variedad de mallazos de obra, con diferentes formatos y grosores para adaptarse a cualquier tipo de proyecto. Si necesitas asesoramiento sobre cuál es el más adecuado para tu solera, no dudes en consultarnos.
Hacer una solera de hormigón no es una tarea compleja si se siguen los pasos adecuados y se utilizan los materiales correctos. La preparación del terreno, el uso del mallazo de obra y un buen curado del hormigón son aspectos clave para garantizar un resultado duradero y de calidad. Si estás buscando los mejores materiales para tu solera, en Ferros La Pobla estamos aquí para ayudarte.